Del Grimorio Maldito del Infierno Sector 7, Capítulo I
Bajo cielos sin sol, donde las horas se repiten sin piedad, el recién nombrado Guardián cruzó las puertas oxidadas del Sector VII, conocido entre las lenguas perdidas como el Primer Círculo. No fue recibido con aplausos ni ceremonias. Solo con el eco de engranajes desgastados, lamentos en papel reciclado y un trono forjado con tornillos torcidos y reglamentos a medio morir.
A sus pies yacían tres fragmentos de condena.
Uno escrito con la sangre seca de demonios expulsados.
Otro, aún impregnado del aliento pútrido de una autoridad ya extinta.
El último... una criatura viva, aún sin forma, sedienta de voluntad, método y firma.
⚙ El Juicio de Hierro
Las sombras se movían. Y con ellas, surgió Nargozh, El Ancestral.
Un demonio de grasa industrial, mirada opaca y voz afilada por décadas de rumores.
No obedecía órdenes. Solo se inclinaba ante pactos que nadie recordaba haber firmado.
Se comunicaba en códigos no escritos y movía el tiempo a su favor.
Pero el Guardián no tembló.
Desde las profundidades del caos sacó un pergamino y grabó sobre el una consigna: "El orden se impone con silencio férreo."
Nargozh retrocedió. No vencido. Pero contenido.
Sus cadenas ahora eran invisibles… y su vigilancia, constante.
🩸 La Semilla de Sombras
En los márgenes del abismo, brotaba Syrika, la Diablilla de Letras.
De ojos grandes y dedos veloces, aún no había ganado alas, pero ya marcaba nombres con fuego bajo su rugido intenso.
El Guardián la tomó bajo su ala —no por piedad, sino por estrategia—
pues sabía que los futuros regentes del caos deben ser templados con el acero del deber.
Ella escucha. Aprende. Observa.
Y un día... será su heredera. O su sombra.
🐍 Vurnek, el Engrasado
Pero el peligro más dulce tenía forma de cortesía.
Vurnek, el que sonríe mientras clava estacas en espaldas ajenas.
Se alimenta del reflejo de su nombre, no del resultado de sus actos.
Cree que todo se debe a él. Que todo el infierno le rinde culto.
Y su murmullo favorito: “Ellos me necesitan más de lo que creen.”
Cuando el Guardián lo confrontó, las paredes del Sector VII —aquellas que ya lo habían visto todo— retumbaron. No por los gritos, sino por el eco de la verdad dicha en voz alta.
Vurnek retrocedió. Fingiéndose útil. Fingiendo cambio.
Pero las máscaras más finas… son las más letales.
🔩 Los Otros del Lado Olvidado
Cinco sombras más se arrastran en pasillos ocultos del Sector VII. Demonios menores, sin forma definida.
Entre ellos, destaca uno: Azrael Korm, el Padrino del Hierro.
Viejo como el óxido, sabio como el silencio.
Sus palabras no llenan el silencio, pero sí sellan destinos.
Él merece su propio infierno.
Y el Guardián lo sabe.
☠ Epílogo
El Primer Ciclo ha terminado.
Pero no hay gloria. Solo fatiga bien ganada y la certeza de que lo peor aún no llega.
En el horizonte, se aproxima La Sexta Profecía.
Y con ella, el Protocolo Infernal: un grimorio sagrado, lleno de cláusulas selladas con firmas de condena y almas torturadas.
Que tiemblen los que aún creen en lo humano.
Que se oculten los que viven del caos.
Que despierten los que aún tienen voluntad…
Porque el Guardián no ha sido derrotado.
Y mientras su fuego arda...
el Infierno Sector VII no tendrá paz.