Hoy celebramos a las mamás… y también a las que, sin serlo biológicamente, ejercen con amor y entrega el rol más noble de todos.
A ti, que eres compañera de vida, pilar del hogar y fuerza silenciosa detrás de cada logro.
Este Día de la Madre también es tuyo.
Porque ser madre no siempre tiene que ver con dar la vida, sino con entregarla. Y tú la entregas a diario con dulzura, firmeza y esa mezcla mágica de paciencia y ternura que sólo tienen las grandes mujeres.
Gracias por tu amor sin condiciones, por tu ejemplo, por tu fortaleza…
Y por enseñarnos que la maternidad también puede tener forma de tía, de madrina, de aliada, de mamá del alma.
¡Feliz Día de la Madre a ti, y a todas esas mujeres que hacen del amor un hogar, aunque no lleven ese título oficialmente!